domingo, 22 de diciembre de 2013

Con la E de Estación.

Cuando retorno al origen, me descalzo veloz,  me despeino por la emoción que brota, comienzo a correr de un lado a otro, salto en los charcos, cuento estrellas y mariposas, recito un poema, evoco la lavanda y fluye una nutrida y estimulante línea de vida.
Primavera, estación de inicio y acogida.
Paso dos veces por el mismo sendero, cruzo el río salpicando mis zapatos escotados preferidos. Tiritando en la orilla, alterno la búsqueda de cantos rodados con el juego de los dedos de mis pies en el agua,  tan cristalina como refrescante.
Me pongo en marcha haciendo el recorrido inverso sin mediar palabra, pisando conscientemente el trayecto y adivinando la compañía. Pensando en la siguiente estación que traerá más luz, calor y descanso, sigo soñando...

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